viernes, 24 de mayo de 2013

La Ratita Creída

Érase una vez una ratita muy presumidita. Un día hablando por el WhatsApp con sus amigas, mientras escuchaba música sentada en el parque, se encontró en el suelo un billete de 500 euros.
Rápidamente la ratita lo recogió del suelo y se puso a pensar en que se lo gastaría.
!Ya sé me compraré unos zapatos de tacón en bershka!... !Uy no que me saldrán juanetes en  los pies! ¿Ysi me hiciera un tatuaje?... !Uy no que me dolerá muchísimo...!
!Ya sé que hacer, me iré de viaje a Ibiza, para presumir bailando en las discotecas!.
La ratita se guardó el dinero en el bolso y se fue a sacar el billete al aeropuerto e inmediatamente lo compró y se fue a su chalet.
Empezó a hacer la maleta ya que el vuelo salía a la mañana siguiente, terminó y se fué a dormir. !Cómo roncaba la ratita! !Qué poco presumidita!
Al día siguiente cuando la ratita se levantó se vistió (muy mona ella) y se fue hacia el aeropuerto para coger el avión.
Una vez hubo llegado a Ibiza, se fue a descansar un ratito al hotel.
Por fin llego la noche ibicenca y la ratita se dirigió a la discoteca Privilege.
En la pista de baile aparece un gallo: ! Kikirikiii, soy el gallo Dinio! Ratita, ratita, tú que estás tan buena ¿quieres bailar conmigo?
Y la ratita le respondío:
!No sé, no sé!, ¿tú mientras bailas que ruido haces? Y el gallo Dinio le dijo: ! kikirikiiii, la noche me confunde! !Ay noo, contigo no bailaré que no me gusta el ruido que haces!
Se fue el gallo Dinio y apareció un cerdo !oink, oink, soy el cerdo Don Omar! ! Ratita, ratita, tú que estás tan linda! ¿quieres perrear conmigo?
Y la ratita respondió:
¡No sé, no sé, ¿tú mientras bailas que ruido haces?
¡Oink, oink Danza Kuduro! ¡Ay noo, contigo no perrearé que ese ruido es muy ordinario!
El cerdo Don Omar se marchó y la ratita que estaba tan sola y triste se fue a la barra. Allí se fijó en un gato blanco, muy alto, engominado, con pelos de pincho y muy guapo.
La ratita se enamoró de él, e intento llamar la atencion. El gato no la miraba, así que ella se acercó: ¡Oye guapo, ¿quieres bailar conmigo?
Yel gato dijo: ¡No, tengo mejores planes!
Finalmente la ratita obtuvo su merecido:
Una enorme calabaza.

viernes, 3 de mayo de 2013

Argumentación

Quiero ser esteticista. Eso significa que tendría que entrar como a las ocho y media de la mañana y salir a las dos y media del mediodía, estudiar de cuatro de la tarde, hasta las seis horas, y hacer eso todos los días durante dos años. Hay gente que dice que si estudiar estética es de chonis pero a mí eso me da igual, cuando termine podré pintar las uñas, maquillar, hacer masajes faciales, hacer la cera y además eso me permitirá ganar dinero, aun que el sueldo sea muy bajo para las horas que trabajes, pero a mí es lo que me gusta. El esfuerzo valdrá la pena. Si seré esteticista.